18 Septiembre, 2021 Cristo News / Recursos Bíblicos – Provisión Diaria

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.
2 Timoteo 3:16 RVR1960 / Cristo News

Cristo News – By Juvenal Cubillán

La Palabra de Dios

Efesios 5:28 RVR1960

Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.

Comentario sobre esta provisión

El esposo cristiano cumple y aplica principios

Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos: La palabra singular como es muy importante. Pablo no dijo: “Así que los hombres deben amar a sus esposas de la misma manera que aman sus cuerpos”. Eso sería una mejora en muchos casos, pero ese no es el significado. El significado es: “Así deben los hombres amar a sus esposas porque son sus propios cuerpos”.

Un hombre debe amar a su esposa como a su cuerpo, como parte de sí mismo. Así como Eva fue parte de Adán, sacada de su costado, así la esposa es para el hombre porque ella es parte de él. La realidad de esta unión debe dominar el pensamiento y las acciones del marido en el matrimonio.

Esto significa que para tener éxito en la relación matrimonial, debemos pensar y comprender. El mundo se basa en ideas demasiado románticas sobre el amor y los sentimientos para hacer que el matrimonio funcione, y nunca hace que una persona piense y comprenda realmente sobre el matrimonio.

En este verso la palabra amar se nombra tres veces y es el vocablo griego agapa (Strong G25) y significa amado, amada, amar, amor. Su raíz es la palabra agape (G26) tiene una profunda connotación en la Palabra de Dios poe que encierra y define principio que la más grande de las virtudes.

Veamos, agape es amor, pero este concepto encierra en sí mismo, varias característica que definen su naturaleza. Ágape es pués, una virtud para que seamos como Dios, que hace caer su lluvia sobre justos e injustos, sobre buenos y malos. Es decir,  al margen de cómo un hombre sea, Dios no procura para él sino su mayor bien. Es decir, agape es amor cristiano, es  benevolencia insuperable, bondad invencible. Como ya hemos dicho, agape no es meramente una ola de emoción; es una deliberada convicción que resulta en una deliberada norma de vida. Es una proeza, una victoria, una conquista de la voluntad.  Agape apela a todo el hombre para realizarse; no sólo toma su corazón, sino también su mente y su voluntad.

-El  agape humano, nuestro amor al prójimo, está obligado a ser  producto del Espíritu.

Amor es la base de toda relación perfecta en los cielos y en la tierra.

(I) El amor es la base de la relación entre el Padre y el Hijo, entre Dios y Jesús. Jesús puede hablar de «el amor con que me has amado» (Jn. 17:26). 

(ll) El amor es la base de la relación entre el Hijo y el Padre. El propósito de toda la vida de Jesús fue que «el mundo conozca que amo al Padre» (Jn. 14:31).

(III) Amor es la actitud de Dios hacia los hombres 

(IV) El deber del hombre es amar a Dios. Y si ama a Dios, ama a su esposa

(VI) La esencia de la fe cristiana es el amor a Jesús (Ef. 6:24; 1 P. 1:8; Jn. 21:15, 16). Así como Jesús es el amante de las almas de los hombres, el cristiano lo es de Cristo.

(VII) Lo distintivo de la vida cristiana es el amor de los cristianos entre sí.

La base de toda relación justa concebible en los cielos y en la tierra es el amor. El amor que Dios profesa a los hombres.

(I) Amor es la misma naturaleza de Dios. Dios es amor (1 Jn. 4:7, 8; 2 Co. 13:11).

(II) El amor de Dios es  universal. No fue sólo al pueblo escogido al que Dios amó, sino al mundo entero -y en gran manera (Jn. 3:16).

(Ill) El amor de Dios es  sacrificial. La prueba de su amor es la dación de su Hijo por los hombres (1 Jn. 4:9, 10; Jn. 3:16). La garantía del amor de Jesús es que se dio por nosotros (Gá. 2:20; Ef. 5:2; Ap. 1:5).

(IV) El amor de Dios es  inmerecido. Dios nos amó, y Jesús murió por nosotros, cuando éramos enemigos de Dios (Ro. 5:8; 1 Jn. 3:1; 4:9, 10).

(V) El amor de Dios es  misericordioso (Ef. 2:4). No es dictador ni tiránicamente posesivo; es el amor anhelante del corazón misericordioso.

(VI) El amor de Dios es  salvador y santificador (2 Ts. 2:13). Rescata del pasado y capacita a los hombres para hacer frente al futuro.

(VII) El amor de Dios es  confortador. En él, y a través de él, todo hombre llega a ser más que vencedor (Ro. 8:37). No es el amor blando e hiperproteccionista que hace a los hombres débiles e inmaduros; es el amor que fabrica héroes.

(VIII) El amor de Dios es  inseparable (Ro. 8:39). Por la naturaleza de las cosas, el amor humano está llamado a terminarse, al menos por un tiempo, pero el amor de Dios perdura sobre todos los azares, cambios y amenazas de la vida.

(IX) El amor de Dios es  recompensados (Stg. 1:12; 2:5). En esta vida, es algo precioso, y sus promesas para la vida venidera son todavía más grandes.

(X) El amor de Dios es  disciplinario (He. 12:6). El amor de Dios sabe que la disciplina es una parte esencial del amor.

El amor del hombre a Dios.

(I) Debe ser amor  exclusivo (Mt. 6:24; Lc. 16:13). Solamente hay lugar para una lealtad en la vida cristiana.

(II) Es un amor  cimentado en la gratitud (Lc. 7:42, 47). Las dádivas del amor de Dios piden a cambio todo el amor de nuestros corazones.

(Ill) Es un amor  obediente. La única forma de probar que amamos a Dios es obedeciéndole incondicionalmente (Jn. 14:15, 21, 23, 24; 13:35; 15:10; 1 Jn. 2:5; 5:2, 3; 2 Jn. 6). La obediencia es la demostración definitiva del amor.

(IV) Es un amor  extrovertido. Demostramos que amamos a Dios por el hecho de que amamos y ayudamos a nuestro prójimo (1 Jn. 4:12, 20; 3:14; 2:10). Negar nuestra ayuda a los hombres es tanto como probar que es falso el que haya amor de Dios en nosotros (1 Jn. 3:17).

Obediencia a Dios y amable ayuda a los hombres son las dos evidencias que patentizan nuestro amor.

Veamos ahora la otra cara de la moneda: el amor del hombre por el hombre:

(I) El amor debe ser la mismísima atmósfera de la vida cristiana (1 Co. 16:14; Col. 1:4; 1 Ts. 1:3; 3:6; 2 Ts. 1:3; Ef. 5:2; Ap. 2:19).

(II) La iglesia se edifica en amor (Ef. 4:16). El amor es el fundamento que la sostiene; el clima en el que puede crecer; el alimento que la nutre.

(lll) La fuerza motriz del líder cristiano debe ser el amor (2 Co. 11:11; 12:15; 2:4; 1 Ti. 4:12; 2 Ti. 3:10; 2 Jn. 1; 3 Jn. 1). El móvil del líder cristiano debe ser únicamente amar y servir a su prójimo.

(IV) Al mismo tiempo, la actitud del cristiano hacia sus líderes debe estar promovida por el amor (1 Ts. 5:13).

Finalmente, veamos las características del amor cristiano.

(I) El amor es  sincero (Ro. 12:9; 2 Co. 6:6; 8:8; 1 P. 1:22). No tiene un doble fondo; no es egoísta. No es el agrado superficial que oculta un gran rencor. Es un amor que se da a su objeto con los ojos y el corazón bien abiertos.

(II) El amor es  inocente (Ro. 13:10). El amor cristiano no hace mal a nadie.

(Ill) El amor es  generoso (2 Co. 8:24). Hay dos clases de amor: el que exige y el que da. El amor cristiano es dadivoso porque se inspira en el amor de Jesús (Jn. 13:34) y tiene su móvil principal en el amor de Dios (1 Jn. 4:11).

(IV) El amor es  práctico (He. 6:10; 1 Jn. 3:18). No es un mero sentimiento bondadoso que se limite a piadosos y buenos deseos; es un amor que se manifiesta en la acción.

(V) El amor es  paciente (Ef. 4:2). El amor cristiano es testimonio en contra de todo aquello que tan fácilmente transforma el amor en odio.

(VI) El amor se manifiesta en el  perdón y en la  restauración (2 Co. 2:8). El amor cristiano es capaz de perdonar y, al hacerlo, capacita al malhechor para que vuelva al buen camino.

(VII) El amor es  realista (2 Co. 2:4). El amor cristiano no cierra los ojos ante las faltas de los demás. El amor no es ciego, y usará de la reprimenda y la disciplina cuando sea necesario. El amor que no quiere ver las faltas, que evita la parte desagradable de toda disciplina, no es en absoluto amor auténtico y, al final, dañará a su objeto amado.

(VIII) El amor  cuida la libertad (Gá. 5:13; Ro. 14:15). Es completamente cierto que un cristiano tiene derecho a hacer todo aquello que no sea pecaminoso.

(IX) El amor cuida la  sinceridad (Ef. 4:15). El cristiano ama la verdad (2 Ts. 2:10)

(X) El amor cristiano es  el vínculo que hace posible el compañerismo cristiano (Fil. 2:2; Col. 2:2)

(XI) El amor es  lo que da derecho al cristiano a pedir ayuda y favor a otro cristiano (Flm. 9).

(XII) El amor es  la fuerza motriz de la fe (Gá. 5:6). Más personas son ganadas para Cristo cuando se apela al corazón que cuando se apela al cerebro.

(XIII) El amor es  el perfeccionador de la vida cristiana (Ro. 13:10; Col. 3:14; 1 Ti. 1:5; 6:11; 1 Jn. 4:12). No hay en este mundo nada más grande que el amor.

El que ama a su mujer, a sí mismo se ama: Dicho simplemente, cuando amas a tu esposa, te beneficias a ti mismo. Quizás sea mejor ponerlo en negativo: cuando descuidas a tu esposa, te descuidas a ti mismo y eso terminará lastimándote.

Todos sabemos lo que es descuidar algo – como un ruido o un problema de mantenimiento en un automóvil – y que nos termine afectando. Esposos, es aún más cierto con respecto a sus esposas, porque ellas son parte de ustedes. Sólo un tonto descuida su propio brazo roto o su pierna infectada; sin embargo, hay muchos maridos necios que lastiman o descuidan a sus esposas y sufren y sufrirán por ello.

“En el nivel práctico, por lo tanto, todo el pensamiento del marido debe incluir también a su esposa. Nunca debe pensar en sí mismo en aislamiento o desapego. En el momento en que lo hace, ha roto el principio más fundamental del matrimonio. En cierto sentido, en el momento en que un hombre piensa en sí mismo de forma aislada, ha roto el matrimonio. ¡Y no tiene derecho a hacer eso! En cierto sentido, no puede hacerlo, porque la esposa es parte de sí mismo.

Y como cristianianos nos preguntamos: ¿Por qué Cristo provee todo lo que la iglesia necesita?
Por AMOR y porque es su PROPIO CUERPO, asi la mujer es parte del mismo hombre y este tiene que cuidarla de la misma manera que Dios cuida de su iglesia. El hombre tiene que imitar a Cristo en su relación con la iglesia, el matrimonio cristiano representa la relación entre Cristo y su iglesia y esta es la imagen que le damos al mundo.
El amor de Cristo es INQUEBRANTABLE así tiene que ser el amor del esposo al a esposa.

Fuente: Biblia Versión Reina Valera 1960 / Concordancia Exhaustiva James Strong

Con información de:

http://casadoracionnorte.blogspot.com/2013/03/el-deber-del-esposo-efesios-528-33.html

https://www.logosklogos.com/strongcodes

https://www.bibliaya.com/version-rvs-efesios-5

https://www.biblegateway.com/passage/?search=Efesios%205%3A28&version=RVR1960

https://es.enduringword.com/comentario-biblico/efesios-5/

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