18 Abril, 2022 Cristo News / Recursos Bíblicos – Provisión Diaria . Vida Cristiana – Buenas Nuevas

La Palabra de Dios
Romanos 6:6 NVI
Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado.
Comentario sobre esta provisión
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él: La muerte del viejo hombre es un hecho establecido. Esto sucedió espiritualmente cuando nos identificamos con la muerte de Jesús en nuestra salvación.
El viejo hombre es el yo que sigue el modelo de Adán, la parte de nosotros profundamente arraigada en la rebelión contra Dios y Sus mandamientos. El sistema de ley no es capaz de tratar con el viejo hombre, debido a que solo le puede decir al viejo hombre cuál es el estándar justo de Dios. La ley trata de reformar al viejo hombre, al hacerle “tratar de voltear la página”. Pero el sistema de gracia entiende que el viejo hombre nunca puede ser reformado. Él debe morir, y para el creyente, el viejo hombre muere con Jesús en la cruz.
La crucifixión del viejo hombre es algo que Dios hizo en nosotros. Ninguno de nosotros clavó al viejo hombre a la cruz. Jesús lo hizo, y se nos dice que lo tengamos como si fuera hecho. “En nosotros no había nada para ni siquiera enfermar o debilitar a nuestro viejo hombre, mucho menos para matarlo por crucifixión; Dios tuvo que hacer esto”. (Lenski)
En lugar del viejo hombre, Dios le da al creyente un nuevo hombre, un yo que es instintivamente obediente y agradable a Dios; Este aspecto de nuestra persona es aquel que fue resucitado con Cristo en Su resurrección. El Nuevo Testamento describe al nuevo hombre para nosotros.
· del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4:24)
· y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó. (Colosenses 3:10)
Para que el cuerpo del pecado sea destruido: Dios utiliza nuestra muerte al viejo hombre, la naturaleza del pecado, para liberarnos del pecado. Un hombre muerto ya no puede tener autoridad sobre nosotros, así que debemos de recordar y tener por hecho que el viejo hombre es crucificado juntamente con él.
Los otros dos lugares en el Nuevo Testamento donde se menciona el viejo hombre nos recuerdan de considerarle destruido, diciéndonos que despojemos del viejo hombre como algo muerto (Efesios 4:22 y Colosenses 3:9). Hablando estrictamente, nosotros no batallamos con el viejo hombre. Simplemente lo contamos como muerto.
“La maldad entra en nosotros ahora como un intruso y un extraño, y obran estragos, pero no permanece en nosotros en el trono; es un extranjero, despreciado y no más honrado ni disfrutado. Estamos muertos al poder reinante del pecado”. (Spurgeon)
Sea destruido: Si el viejo hombre está muerto, ¿por qué siento un impulso de pecar dentro de mi? Viene de la carne, la cual es distinta al viejo hombre. Es difícil describir con precisión la carne; algunos la han llamado “la proyección en la cual el hombre interno es mostrado”. Nuestro ser interno tiene deseos, impulsos y pasiones; estás son proyectadas en nuestra mente, en nuestra voluntad y en nuestras emociones. La carne es lo que actúa el hombre interno.
La carne es un problema en la batalla contra el pecado porque ha sido entrenada expertamente en hábitos pecaminosos por tres fuentes. Primero, el viejo hombre, antes de que fuera crucificado con Cristo, se entrenó y se “imprimió” en la carne. Segundo, el sistema mundial, en su espíritu de rebelión contra Dios, puede tener una influencia continua en la carne. Finalmente, el diablo busca tentar e influenciar la carne hacia el pecado.
Con el viejo hombre muerto, ¿qué hacemos con la carne? Dios nos llama, a participar con Él, en hacer activamente día a día con la carne lo que Él ya hizo con el viejo hombre: crucificarla (Gálatas 5:24). Pero cuando permitimos que la carne sea influenciada continuamente por los hábitos del pasado del viejo hombre, el mundo y el diablo, entonces la carne ejercerá una atracción poderosa hacia el pecado. Si dejamos que el nuevo hombre en nosotros influya la mente, la voluntad y las emociones, entonces descubriremos que la batalla es menos intensa.
A fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado: Nuestra esclavitud al pecado solo puede ser rota por la muerte. En la película de 1960 de Espartaco, Kirk Douglas actuó el esclavo fugitivo Espartaco, el cual llevó una breve pero amplia rebelión de esclavos en la antigua Roma. En un punto de la película, Espartaco dice: “La muerte es la única libertad que un esclavo conoce. Por eso no le tiene miedo”. Somos hechos libres del pecado porque el viejo hombre a muerto con Jesús en la cruz. Ahora vive un hombre nuevo, un hombre libre.
Este verso en la versión de la Biblia versión Traducción La Pasión (TPT) dice de la siguiente manera: ¿Podría estar más claro que nuestra antigua identidad está ahora y para siempre privada de su poder? Porque fuimos co-crucificados con él para desmantelar la fortaleza del pecado dentro de nosotros, para que no siguiéramos viviendo ni un momento más sometidos al poder del pecado (Romanos 6:6 TPT)
Fuente: Biblia Versión Reina Valera 1960 / Biblia Nueva Versión Internacional / Biblia Versión Traducción La Pasión
Con información de:
https://www.bible.com/es/bible/1849/ROM.6.TPT
https://www.biblegateway.com/passage/?search=romanos+6&version=NVI
Comentarios recientes