5 marzo, 2022 Cristo News / Recursos Bíblicos – Provisión Diaria – Vida Cristiana – Buenas Nuevas
Cristo News – By Juvenal Cubillán
La Palabra de Dios
1 juan 4:20 NVI
Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.
Comentario sobre esta provisión
Si alguno dice; Yo amo a Dios: A menudo es más fácil para alguien proclamar su amor por Dios, porque se trata de una relación privada con un Dios invisible. Pero Juan correctamente insiste en que nuestra afirmación de amar a Dios es falsa si no amamos también a nuestro hermano, y que este amor debe ser visto.
Uno puede ser un enano espiritual porque le falta amor. Es posible que uno conozca la Palabra, que nunca se pierda un servicio, que ore con fervor y que demuestre los dones del Espíritu. Y sin embargo, que aún así, uno sea como Caín, ofreciendo a Dios el fruto de sus manos y no el fruto del Espíritu.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso: Con esta medida crucial, Jesús dijo que el mundo podría medir nuestra condición de discípulos por la medida de nuestro amor unos por otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Juan 13:35).
Hay una diferencia entre el amor del hombre y el amor divino. “Estos versículos son el equivalente a decir que una persona no puede practicar el amor ágape a menos que primero pueda practicar el amor philia”. (Boice)
El vocablo Ágape (Strong G25) en el griego bíblico significa benevolencia insuperable, bondad invencible. Es amor desinteresado entre hermanos. Es el amor al prójimo que está obligado a ser producto del Espíritu.
Este amor ágape nace de la naturaleza misma de Dios, por cuanto es la misma naturaleza de Dios. Dios es amor (1 Jn. 4:7, 8; 2 Co. 13:11).
El amor de Dios es universal. No fue sólo al pueblo escogido al que Dios amó, sino al mundo entero -y en gran manera (Jn. 3:16).
El amor de Dios es sacrificial. La prueba de su amor es la dación de su Hijo por los hombres (1 Jn. 4:9, 10; Jn. 3:16). La garantía del amor de Jesús es que se dio por nosotros (Gá. 2:20; Ef. 5:2; Ap. 1:5).
El amor de Dios es inmerecido. Dios nos amó, y Jesús murió por nosotros, cuando éramos enemigos de Dios (Ro. 5:8; 1 Jn. 3:1; 4:9, 10).
El amor de Dios es misericordioso (Ef. 2:4). No es dictador ni tiránicamente posesivo; es el amor anhelante del corazón misericordioso.
El amor de Dios es salvador y santificador (2 Ts. 2:13). Rescata del pasado y capacita a los hombres para hacer frente al futuro.
El amor de Dios es confortador. En él, y a través de él, todo hombre llega a ser más que vencedor (Ro. 8:37). No es el amor blando e hiperproteccionista que hace a los hombres débiles e inmaduros; es el amor que fabrica héroes.
El amor de Dios es inseparable (Ro. 8:39). Por la naturaleza de las cosas, el amor humano está llamado a terminarse, al menos por un tiempo, pero el amor de Dios perdura sobre todos los azares, cambios y amenazas de la vida.
El amor de Dios es recompensados (Stg. 1:12; 2:5). En esta vida, es algo precioso, y sus promesas para la vida venidera son todavía más grandes.
El amor de Dios es disciplinario (He. 12:6). El amor de Dios sabe que la disciplina es una parte esencial del amor.
Pero, el amor ágape es el resultado del amor philia, el cual se traduce en amistad, amor fraternal, en la hermandad o amor no sexual. Ese se refiere a eros o el amor en pareja.
Fuente: Biblia Nueva Versión Internacional/ Biblia Versión Reina Valera 1960
Con información de:
https://www.bibliaya.com/buscar-G25-chg
https://www.biblegateway.com/passage/?search=1+juan+4+&version=NVI
Comentarios recientes