2 Agosto, 2021 Cristo News / Recursos Bíblicos – Provisión Diaria
Cristo News – By Juvenal Cubillán
La Palabra de Dios
Proverbios 17:22 NVI
El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu triste seca los huesos.
Comentario sobre esta provisión
El corazón alegre constituye buen remedio: Se ha dicho, sin duda basado en este proverbio, que la risa es la mejor medicina. Verdaderamente, un corazón alegre es bueno para más que la personalidad; es bueno para el cuerpo.
Mas el espíritu triste seca los huesos: Aquellos que son derrotados y quebrantados en espíritu verán el efecto en su salud y experiencia de vida. Les parecerá que su vida se ha marchitado y secado. Este fue el sentimiento que David describió en el Salmo 32:1-4.
‘Huesos’ representa figuradamente el cuerpo (encerrado en el marco óseo): huesos gruesos significa un cuerpo sano (Proverbios 3:8; 15:30; 16:24), pero los huesos secos significan insalubridad y falta de vida (véase Ezequiel 37:1-14).” (Ross)
“Un espíritu quebrantado en un sentido evangélico es el precioso regalo de Dios. Está sellado con su honor especial. Pero aquí un espíritu quebrantado describe un espíritu melancólico de desaliento que siempre se ve en el lado oscuro de las cosas.
Es un hecho incuestionable que el estado del corazón determina la apariencia del rostro. Así, y de acuerdo a esta provisión, el corazón alegre es una excelente medicina que no requiere de prescripción médica para ser comprada ni produce efectos secundarios.
Los expertos en este asunto determinan una clara relación entre el regocijo emocional y la buena salud física. Se estima que una persona que goza de un buen humor y tiene una perspectiva feliz de la vida se enferma menos de los llamados estados sicosomáticos. Un estudio revela que se necesitan 43 músculos para fruncir el ceño pero solo 15 para sonreír. ¿Será esta la causa por la que hoy abundan tantos cirujanos plásticos? La lectura completa del proverbio para hoy nos aconseja: “El corazón alegre constituye un buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos” (Proverbios. 17:22)
Los rostros tristes y encarados son muy malos compañeros para enfrentar los desafíos cotidianos. Además, la ausencia de la alegría fortalece la soledad con la que ya tantos conviven.
El carácter de Jesús tuvo que ser alegre. Él fue un hombre natural, pero de una extraordinaria simpatía y de una profusa sonrisa. La forma cómo atraía a las multitudes y cómo hasta los niños podían venir a sus brazos, era un indicio que el rostro de Jesús contagiaba alegría. Y no pudo ser de otra manera.
Jesús vino para darle a los corazones, cargados y trabajados, el verdadero gozo que no es el resultado de las satisfacciones temporales. Él vino de la misma infinitud del cielo para hacer que los hombres descubrieran la infinitud del gozo. Así, pues, el Señor sabiendo la forma cómo la alegría eleva nuestra inmunidad y es remedio contra la enfermedad, ha dejado abundantes imperativos que hablan del mismo tema: “Alegraos”… “Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria”… “Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. Cantad la gloria de su nombre” (Apoc. 19:7; Salmos 66:1) Y la verdadera alegría del corazón, con la que constituye el remedio para sus males, se logra cuando Jesús mora en nuestro corazón.
Fuente: Biblia Nueva Versión Internacional
Con información de:
https://es.enduringword.com/comentario-biblico/proverbios-17/
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