2 Julio, 2021 Cristo News / Recursos Bíblicos – Provisión Diaria

Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.
2 Timoteo 3:16 RVR1977 / Cristo News

La Palabra de Dios

2 Crónicas 7:14 RVR1977

Si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

Comentario sobre esta provisión

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro: Esta maravillosa promesa está en el contexto de la promesa de Dios de responder la oración del templo que él había elegido para santificar con su presencia. Dios le prometió algo especial a Israel cuando estos se humillaran, oraran y buscaran el rostro de Dios.

Hay algo naturalmente humilde en la verdadera oración porque reconoce que las respuestas no están en sí mismas sino que están en Dios. Dios promete algo especial para el pueblo humilde y que ora.

La frase mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado tuvo su primera aplicación para el pueblo de Israel cuando vivían en la tierra que Dios les prometió. Sin embargo, el mismo Dios que hizo la promesa a Israel aún reina en los cielos y seguirá respondiendo a su pueblo humilde que ora en la actualidad.

Y se convirtieren de sus malos caminos: Esta gran promesa de oración contestada en 2 de Crónicas 7:14 incluye la condición de arrepentimiento. Cuando el pueblo de Dios se humille, ore y busque el rostro de Dios, también debe voltearse de sus malos caminos. No era suficiente con solo voltear su corazón a Dios; también debían voltear su vida a Dios.

Entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra: Dios simplemente promete escuchar la oración de este humilde y arrepentido pueblo que ora y busca su rostro. Él traerá perdón a su pueblo y sanidad a su tierra.

“Estas expresiones se entienden mejor como cuatro facetas de una actitud en la que los pecadores deben buscar al mismo Dios en humilde arrepentimiento, en vez de cuatro pasos separados de un largo camino hacia el perdón.” (Selman)

· Podemos ver lo que significa humillarse uno mismo al ver a Roboam (2 de Crónicas 12:6, 7, y 12), Ezequías (2 de Crónicas 30:11 y 32:26), y Manasés (2 de Crónicas 33:12, 19, y 23).

· Podemos ver lo que significa orar viendo a Ezequías (2 de Crónicas 30:18y 32:20) y Manasés (2 de Crónicas 33:13).

· Podemos ver lo que significa buscar al ver a los sacerdotes que regresaron (2 de Crónicas 11:16) y a Josafat (2 de Crónicas 20:3-4).

· Podemos ver lo que significa voltearse al ver a Ezequías (2 de Crónicas 30:6 y 30:9)

“La sanidad a lo largo del Antiguo Testamento tiene una combinación de aplicaciones físicas y espirituales. Algunas veces sanidad se compara específicamente con el perdón (e.g. Oseas 14:4; Isaías 53:5, 57:18-19; Salmos 41:5); en otras ocasiones se relaciona con la curación física (e.g. Génesis 20:17; Números 13:20; 2 de Reyes 20:5, 8). Cuando se aplica a la tierra, como aquí, se puede referir al regreso de los exiliados a la Tierra Prometida (Jeremías 30:17; 33:6-7) o a la restauración de la paz y la seguridad de la tierra y su pueblo (Jeremías 33:6; Isaías 57:19).” (Selman)

Pasos para ganar el favor de Dios

 EL PRIMER PASO: HUMILLARSE DELANTE DE DIOS.


“Si se humillare mi pueblo…”
El primer paso para ganar el favor de Dios es humillarse delante de su presencia. El arrepentimiento es más que un simple remordimiento pasajero, es un sentimiento de dolor por nuestros pecados, es una actitud que reconoce nuestra enorme necesidad de Dios y la renuncia a nuestros propios intereses.

El arrepentimiento ha sido el mensaje central de Dios. Desde que el hombre se revelo el Señor ha estado llamándolo al arrepentimiento con el fin de salvarlo de salvarlo de la condenación eterna. Así vemos a los profetas del Antiguo Testamento exhortando al pueblo a arrepentirse de sus pecados y volverse a Dios. Luego, en los evangelios vemos a Juan el bautista diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado…”, (Mateo 3:2),

 SEGUNDO PASO: ORAR INVOCANDO EL NOMBRE DE DIOS.


“… sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro…”
El segundo paso para ganar el favor de Dios es orar invocando el nombre de Dios. Muchas personas que pertenecen a otras religiones invocan el nombre de sus ídolos, pero estos no los escuchas porque no existen. Otros son enseñados para oren en nombre de algún ángel o santo; pero la Biblia es clara al decirnos que solamente debemos tener un solo Dios y un solo intercesor, y este es Jesús: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”, (1 Timoteo 2:5).

TERCER PASO: CONVERTIRSE A DIOS.

“… y se convirtieren de sus malos caminos…”
Finalmente, el tercer paso para ganar el favor de Dios es convertirse a Él. La conversión es el resultado de un verdadero arrepentimiento. Después que el hombre se arrepiente de sus pecados e invoca el nombre de Jesús pidiendo perdón por ellos, el Señor perdona toda maldad pero a partir de ese momento debe iniciarse una vida de obediencia y santidad delante de Dios.

Por eso Pedro les decía: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”, (Hechos 3:19). La obediencia a Dios trae una gran bendición a nuestra vida y como salvos por la sangre de Cristo debemos vivir como tales.

RESULTADOS

“… entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.
Como resultado del arrepentimiento, el invocar el nombre de Jesús para perdón de pecados y una autentica conversión viene la respuesta de Dios: entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Lo primero que Dios promete es oír desde el cielo nuestro clamor y perdonar todos nuestros pecados. Por causa de nuestros pecados estamos alejados de Dios, pero si nos acercamos a Él en arrepentimiento y confiamos en Jesús como nuestro Señor y Salvador todo en nuestra vida cambiará. No importa cuán destruido se encuentre el hombre por causa del pecado, Dios promete restaurar su vida y sanar su tierra. Este es el resultado final del evangelio, perdón de pecados y restauración de la vida del hombre, hasta darle la vida eterna. Haciendo todo esto ganaremos el favor de Dios.

CONCLUSIÓN

Si queremos ganar el favor de Dios debemos arrepentirnos de nuestros pecados, invocar el nombre del Señor Jesús para salvación y convertirnos a su santo evangelio. Cuando esto pasa, Dios nos escucha desde el cielo, perdona nuestros pecados, restaura nuestra vida y nos da vida eterna.

Fuente: Biblia Versión Reina Valera RVR1977

Con informacíon de:

https://www.mundobiblicoelestudiodesupalabra.com/2017/02/como-ganar-el-favor-de-Dios.html

https://es.enduringword.com/comentario-biblico/2-cronicas-7/

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