27 Junio, 2021 Cristo News / Recursos Bíblicos – Provisión Diaria
La Palabra de Dios
Romanos 5:3-4 RVR1960
Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza.
Comentario sobre esta provisión
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones: Pablo anticipa la acusación de que él está construyendo “castillos en el aire”, que la gloria para el cristiano solo aplica en los buenos momentos. Pablo responde: “Sé que tenemos muchas tribulacionesahora, pero nos gloriamos en ellas también”.
Pablo no está fabricando tópicos espirituales. Primero, él utiliza palabras fuertes. Tribulaciones es un “término fuerte. No se refiere a molestias menores, sino a dificultades reales” (Morris). Segundo, Pablo vivió una vida llena de tribulación. Pablo entendía esta verdad mejor que nadie.
Sabiendo que la tribulación produce paciencia: Nos gloriamos en las tribulaciones(literalmente, en presiones) porque estás son las ocasiones para producir paciencia (perseverancia).
Cuando consultamos la palabra sufrimientos o tribulaciones en otras versiones, es la palabra griega dslípsis (Concordancia Strong G2347) que significa estrechez, aflicción, angustia, atribular, persecución, tribulación.
La palabra paciencia es jupomoné (Strong G5281) que significa constancia, perseverencia o resistencia.
Mientras la palabra carácter es en la traducción griega es prueba (Strong G1382) que significa confiabilidad; experiencia, mérito.
Finalmente la palabra esperanza es elpis (Strong G1680) que es expectación (abstractamente o concretamente) o confianza; esperanza, esperar.
Tres gloriosas verdades en estis versículos
1. La tribulación produce paciencia
Romanos 5:3 dice: “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo [es decir: porque sabemos] que la tribulación produce paciencia”. Otra palabra para paciencia es constancia.
En otras palabras, si algo sucede en su vida que es duro, doloroso, frustrante, decepcionante, y por medio de la gracia su fe se enfoca en Cristo, su poder, suficiencia, comunión, sabiduría y amor, no se entregará a la amargura, el resentimiento, la queja, su fe produce paciencia y constancia.
La fe se vuelve más fuerte. ¿Cómo? Del mismo modo en que el acero forjado es más fuerte: cuesta más quebrarlo. La tribulación es como el fuego que forja el acero de la fe. Así que cuando Pablo dice: “la tribulación produce paciencia”, quiere decir que las terribles pruebas tienen el objetivo de hacer que su fe sea inquebrantable.
Esa es la primera verdad que la gracia utiliza para convertirnos en personas gozosas quienes se glorían en las tribulaciones y aman a otros.
2. La paciencia produce un carácter probado
Romanos 5:3-4a: “nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, [produce un] carácter probado”.
El énfasis está en la palabra “probado” (dokinen). La idea es que cuando usted pone un metal en una prueba de fuego y éste sale por el otro lado, con paciencia y constancia, usted puede decir que este es un metal “probado”, auténtico, o genuino. Esa es la idea. Cuando usted atraviesa la tribulación, y su fe es probada, y resiste, recibe una maravillosa sensación de autenticidad. Siente que su fe es real, ha sido probada, ha pasado la prueba con paciencia. Y por tanto, es real, auténtica, probada, genuina.
Esa es la segunda verdad que la gracia de Dios utiliza para convertirnos en personas que se glorían en la tribulación. La tercera le sigue:
3. El carácter probado produce esperanza
Romanos 5:3-4, “también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, [produce un] carácter probado; y el carácter probado, [produce] esperanza”. ¿Cómo es eso? ¿Cómo el “carácter probado” produce la esperanza?
¿No es la respuesta que cuando su fe ha sido probada en la aflicción, y ha perseverado, y además ha probado ser genuina, auténtica, usted reconoce que es un cristiano real y no falso, y eso le da esperanza de ser realmente un hijo de Dios y por tanto de que heredará su gloria? En otras palabras, uno de los grandes obstáculos para una esperanza completa y fuerte en la gloria de Dios es el temor de que seamos hipócritas –que nuestra fe no sea real y que solo la hayamos heredamos de nuestros padres y hayamos sido motivados por cosas que no honran a Dios. Uno de los propósitos de la aflicción en nuestras vidas es darnos la victoria sobre esos temores y llenarnos de esperanza y confianza como hijos de Dios.
Un corredor debe sentir presión para ganar perseverancia. Los marineros deben ir al mar. Los soldados van a la batalla. Para el cristiano, la tribulación es solo parte de nuestra vida cristiana. No debemos desear o esperar una vida cristiana libre de tribulaciones, especialmente porque:
· Dios usa las tribulaciones de una forma maravillosa en nuestra vida.
· Dios sabe cuánta tribulación podemos soportar, y Él mide cuidadosamente la tribulación que enfrentamos.
· Aquellos que no son cristianos también enfrentan tribulaciones.
“Un hombre cristiano debe estar dispuesto a ser probado; debiera estar contento de dejar que su religión sea puesta a prueba. ‘Allí’, dice él, ‘martillea si quieres’. ¿Quieres ser llevado al cielo en una cama de plumas?” (Spurgeon)
“Yo he escuchado a personas que aconsejan a otras en contra de orar por paciencia porque Dios les enviará tribulaciones. Si esa es la manera en que viene la paciencia, entonces, ‘Dios, trae los problemas’. ¡Necesito paciencia!” (Smith)
“En cualquier virtud que la tribulación nos encuentre, esa se desarrolla más plenamente. Si alguno es carnal, débil, ciego, malvado, irascible, arrogante, y mucho más, la tribulación lo hará más carnal, débil, ciego, malvado e irritable. Por otro lado, si uno es espiritual, fuerte, sabio, piadoso, gentil y humilde, se volverá más espiritual, poderoso, sabio, piadoso, gentil y humilde”. (Martin Luther)
“La tribulación genera paciencia’, dice el apóstol. Naturalmente no es así. La tribulación genera impaciencia, y la impaciencia pierde el fruto de la experiencia y se agota en la desesperanza. Pregúntale a muchos que han enterrado a un hijo querido, o han perdido su riqueza, o han sufrido dolor del cuerpo, y ellos te dirán que el resultado natural de la aflicción es producir irritación contra la providencia, rebelión contra Dios, cuestionamiento, incredulidad, irritabilidad, y, todo tipo de males. ¡Pero qué alteración tan maravillosa ocurre cuando el corazón es renovado por el Espíritu Santo!” (Spurgeon).
Paciencia, prueba; y la prueba, esperanza: Esta es la cadena de oro de crecimiento y madurez cristiana. Una virtud se edifica sobre la otra a medida que crecemos en el patrón de Jesús.
La mayoría de los cristianos quieren desarrollar el carácter y tener más esperanza. Estas cualidades brotan de la paciencia, la cual viene de la tribulación. Podríamos desear tener un mejor carácter y más esperanza sin empezar con la tribulación, pero ese no es el plan y el patrón de Dios.
Yo preferiría que Dios solo rociara paciencia y esperanza en mí mientras duermo. ¡Podría despertar como un mejor cristiano! Pero ese no es el plan de Dios para mi ni para ningún otro cristiano.
Por lo tanto decimos -con sobriedad y reverencia- sobre la tribulación: “Señor, adelante. Sé que me amas y mides cuidadosamente cada prueba y tienes un propósito de amor que cumplir en cada tribulación. Señor, yo no buscaré las pruebas ni buscaré tribulación, pero no los despreciaré ni perderé la esperanza cuando vengan. Confío en tu amor en todo lo que permites”.
Fuente: Biblia Versión Reina Valera 1960
Con informacipon de:
https://www.desiringgod.org/messages/we-exult-in-our-tribulations?lang=es
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